CLAUSURA PRÓSOPON

 

 

Hay empresas humanas que sobrepasan cualquier afán de resaltar lo individual y hay afanes individuales indisociables de la calidad determinadas empresas. Sin embargo, decir que Aurelio Pérez Jiménez es un emprendedor es decir demasiado poco, pues emprender puede que sólo signifique el impulso de llevar un sueño o una visión a la realidad, con la mala fama que tienen los que se ilusionan, que algunas veces resultan ilusos. No es este el caso de nuestro primer homenajeado de hoy, quien a su ilusión intelectual bien encauzada en campos de todos conocidos, une la sabia cualidad de no amilanarse, conocedor de cómo funcionan los grupos humanos, con sus virtudes y sus vergüenzas, sabiendo cómo actuar de un modo pragmático en cada ocasión. Quod amplius nos delectat, secundum id operemur necesse est: «Por necesidad obraremos de acuerdo con lo que más nos agrada»

 

La empresa de Aurelio Pérez Jiménez ha sido impulsar los estudios de Filología Clásica en Málaga. Hacía apenas 15 años que se había creado la Universidad malagueña y gracias, sobre todo a Aurelio, esta licenciatura, actualmente grado, se hizo realidad. Aurelio supo desde el primer momento que había que afianzar la consecución de este primer éxito y por eso no escatimó esfuerzos en asumir cargos de responsabilidad en la UMA, sin descuidar por ello su dedicación docente y las líneas de investigación que había emprendido. «Tanto por plumas, cuanto por espadas», había escrito Góngora. Los modos suaves no escondieron nunca su pertinaz lucha y sirvieron de inspiración para muchos de los que hoy aquí nos reunimos. 

 

Podría elogiar el currículum y las múltiples aportaciones de Aurelio, desde su faceta como destacadísimo plutarquista hasta su actual dedicación al estudio de la astrología antigua que le ha valido ser el coordinador de los estudios que integran la edición de textos astrológicos de la colección Moleiro. Pero lo que hoy nos convoca aquí, sin olvidar su faceta intelectual, es su capacidad para ver la oportunidad. Y de ahí mi calificativo de «EMPRENDEDOR», con mayúsculas, no con un fin de lucro o de llenar no se qué vacío en el mercado, sino de saber cuál es el momento justo de actuar, evaluar los medios disponibles y lanzarse a la acción de la manera más contundente y efectiva: Audendo virtus crescit, tardando timor, «La audacia acrecienta el valor; la indecisión, el miedo». El impulso al teatro juvenil grecolatino fue una acción valerosa y oportuna.

 

«Momentum» llaman los ingleses al impulso, considerándolo como algo puntual no sostenido en el tiempo. No es este el caso. Cuando se creó Acutema no se trataba de dar satisfacción a alguna moda momentánea de representar obras clásicas grecolatinas. El fomento del teatro grecolatino no ha sido flor de un día intra muros, mustia tras un breve tiempo. Al contrario, a las puertas de celebrar el XX Festival, el teatro grecolatino se ha postulado como lo que en realidad es, una ventana a la sociedad, un continuo hacerse presente en los eventos culturales, llamando la atención de público, autoridades y centros educativos, reafirmando que las clásicas tienen esta denominación por su carácter modélico, que se puede aceptar o rechazar, pero que siempre servirá de referente. 

 

Congresos, conferencias, excursiones, teatro… todo sirvió para dar ese impulso duradero y sostenido que tuvo continuidad con Raúl y que pretendo tenga humilde continuidad con quien les habla en la parcela que me corresponde. No sabemos cómo fue. Ya en Astrología no se habla de un primer motor providente. Puede ser, pero lo que sí es cierto es que en nuestro particular microcosmos sí que hubo un «primus motor» que desencadenó todo el resto de movimientos en una misma dirección, siempre guiados por la dedicación, habilidad y esfuerzo de Aurelio Pérez Jiménez.

 

Πρόσωπον,
Latini Theatri Ludorum
Societas, in suo Generali Concilio,

propositione ACUTEMA,
Malacae Culturalis Theatri Societatis,
magni habita,

Dominum
Aurelium Petreium Ximenum
Prosopon Honoris Socium

eius praeclaris meritis Classicam Philologiam
Universitatis discipulis libenter edocendo, immo
etiam ACUTEMA Societatis creatione, ad Graeci
et Latini theatri cognitionem ac ditantes fructus
iuvenes et alios tot per annos studiose ferendo

omnium consensu adscribere constituit.

Prosopon Praeses Prosopon Scriba
Cyprianus Fontanilla Ferdinandus Stephanus

Datum Malacae postridie Kalendas Iunias anni
MMXXIII p. C.n

 

 

Estamos en una cultura influida por el mundo anglosajón en la que todo el mundo da las gracias por todo. El camarero te sirve un café. «Gracias», contestamos. Ceden el paso a un peatón en un paso de cebra. «Gracias». Gracias por aquí, gracias por allá. En la cultura nepalí nadie da las gracias por lo que alguien hace en cumplimiento de su deber. Es como el abrazo, abrazo por aquí, abrazo por allá, pero ¿en dónde queda el abrazo fraternal y sentido a un verdadero amigo? Por eso el agradecimiento, los gestos de cariño, deben estar bien fundamentados y salir no de la cortesía, necesariamente falsa, sino de la sinceridad del corazón. Más nos valdría atender a aquello que decía Cervantes en el «Quijote»: «Nadie es más que otro si no hace más que otro”. Y entonces sí que hay que dar las gracias de verdad y apretar el pecho del amigo de verdad, porque él, sin necesidad, ha excedido lo que le era exigible, entrando ya en el terreno de la excelencia. Raúl Caballero Sánchez es uno de los que merecen esta distinción afectuosa. No tenía por qué hacerlo y lo hizo. Podría «haber cumplido», como decimos en Andalucía, cumplir con lo que se espera de uno, pero no hubiera cumplido con lo que su corazón motivado le pedía. 

 

Lo que había en marcha tras el impulso persistente de Aurelio Pérez Jiménez no era más que un comienzo. Labor omnia vicit / improbus: «El trabajo pertinaz todo lo venció». Con Raúl, en poco tiempo, la intensidad y la cantidad de los actos relacionados con el teatro grecolatino se tradujo en una multiplicación de la actividad de Acutema, con la organización de Festivales Juveniles de Teatro, con la organización de congresos y con la creación del grupo teatral «Sémele», que contaba con la colaboración de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) en la persona de Chencho Ortiz. Con «Sémele» se llegó a una especie de paroxismo de actividad teatral que se mantuvo hasta el año 2007. El Festival de Málaga se consolidó y también las Jornadas sobre Teatro Clásico, creándose una unidad de acción en lo escénico y lo científico. Con Raúl Caballero Sánchez se atendía con idéntica eficacia a los jóvenes de Enseñanza Secundaria y Bachillerato y a los estudiantes universitarios interesados en el teatro grecolatino. Con la reciente recuperación del Teatro Romano, en la que tanto colaboró Manuel Corrales Aguilar, y los apoyos inestimables del entonces consejero de Cultura Manuel Jesús García, del anterior tesorero de Acutema, Miguel Briones, a la sazón concejal de Educación, de Maribel Calero, vicerrectora de Extensión Universitaria y del ya fallecido Damián Caneda, concejal de Cultura, se abrían las puertas a las representaciones teatrales en este espacio. En 2012, tras largos años de espera, el sueño se hizo realidad. Al igual que en el caso de Aurelio, Raúl comprendió que hay que estar vigilante ante los logros conseguidos. Non minor est virtus, quam quaerere, parta tueri: «Se necesita tanto valor para defender lo conquistado como para conquistarlo», decía Ovidio. Hay que mantener la concienciación ciudadana de que un teatro romano no sólo tiene la vertiente de aprecio arqueológico de un  bien cultural, sino también otro aspecto más que atañe a las emociones y que puede transformarnos profundamente, como es asistir a la contemplación de comedias y tragedias grecolatinas allí donde fueron representadas hace más de 2000 años. Ya Raúl en 2014 lanzó el primer manifiesto de ACUTEMA en defensa del Teatro Romano de Málaga como espacio escénico. En 2023 nosotros seguimos en este empeño tan justo como necesario. 

 

Cuando empecé a colaborar con Acutema, Raúl me encargaba alguna gestión de poca monta: hacer llamadas a Protección Civil y alguna cosa más. Un año me citó en una cafetería para explicarme con más detalle mi colaboración.  Llegó con dos carpetas atestadas de papeles. Ante mi aturdimiento me explicó: quería que me hiciera cargo de la Asociación. Su presidencia había durado 11 años. Los pilares estaban sentados: Teatro Romano, Festival dentro de la red Prósopon, amplia y entusiasta colaboración de voluntarios/as del grado de Filología Clásica y continuidad de la colaboración con la ESAD y el Taller de Teatro Clásico de Andreu. Seguramente se quitará mérito  y dirá que no es para tanto. Será porque la costumbre le llevó a considerar normal el peso de esta dedicación absorbente al tiempo que continuaba su labor docente e investigadora. Seguramente llegó a considerar normal el trabajo excepcional de tantos años. Hora es ya de un reconocimiento y de darle a su trabajo el justo valor. Y este es el momento. Gracias, Raúl. Un abrazo.

 

Πρόσωπον,
Graeci et Latini Theatri Ludorum
Societas, in suo Generali Concilio,

propositione ACUTEMA,
Malacae Culturalis Theatri Societatis,
magni habita,

Dominum
Radolphum Equitem Sanctium

eius praeclaris meritis Malacae Universitatis Classicae
Philologiae Gradum inter iuvenes Theatri Classici
Ludorum ac histrionum Semele gregis summa ope
magnopere favendo atque etiam ACUTEMA Societatis
adhaesionem Prosopon Ludis feliciter gerendo

Prosopon Honoris Socium

omnium consensu adscribere constituit.

Prosopon Praeses Prosopon Scriba
Cyprianus Fontanilla Ferdinandus Stephanus

Datum Malacae postridie Kalendas Iunias anni
MMXXIII p. C.n